La conexión nazi con Shambala y el Tíbet

Introducción

Muchos miembros de alto rango del régimen nazi, incluyendo a Hitler, pero especialmente Himmler y Hess, mantuvieron enrevesadas creencias ocultistas. Motivados por tales creencias, los alemanes enviaron una expedición a Tibet entre 1938 y 1939 ante la invitación del gobierno tibetano a asistir a las celebración de Losar (Año Nuevo).

Tibet había sufrido durante mucho tiempo los intentos de anexión por parte de China y el fracaso británico por evitar la agresión o de proteger a Tibet. Bajo el mandato de Stalin, la Unión Soviética persiguió encarnizadamente el budismo, específicamente su forma tibetana, que se practicaba dentro de sus fronteras, y en su país limítrofe, la República Popular de Mongolia (Mongolia Exterior). Como contrapartida, Japón apoyaba al budismo tibetano en la Mongolia Interior, que se había anexado como parte de Manchukuo, su “estado de paja” en Manchuria. El Gobierno Imperial, al proclamar que Japón era Shambala, trataba de ganar el apoyo de los mongoles bajo su gobierno para invadir la Mongolia Exterior y Siberia y así crear una confederación pan-mongola bajo la protección japonesa.

El gobierno tibetano, en vista de la inestable situación regional, estaba explorando la posibilidad de también obtener la protección de Japón. Alemania y Japón habían firmado un pacto en contra de la organización comunista internacional en 1936, declarando así su mutua hostilidad hacia la expansión del comunismo internacional. La invitación para la visita de una delegación oficial de la Alemania nazi fue hecha en este contexto. En agosto de 1939, poco después de la expedición alemana a Tibet, Hitler rompió su acuerdo con Japón y firmó el pacto nazi-soviético. En septiembre, los soviéticos derrotaron a los japoneses que habían invadido la Mongolia Exterior en mayo. Posteriormente, no llegó a concretarse nada de ese contacto entre el gobierno tibetano con los japoneses y los alemanes.

Varios escritores ocultistas de la postguerra han afirmado que el budismo y la leyenda de Shambala jugaron un papel importante en el contacto oficial germano-tibetano. Examinemos dicha cuestión.

Top